Releyendo el lobo estepario
Releyendo el lobo estepario.
Ya, al comienzo de este blog ya hice alusión a este libro impactante para muchos de mis conocidos.En mi primera lectura, hace ya mucho tiempo, media vida diría yo, creo que no me enteré de la mitad. Lo leí con cierto desasosiego, debido a la palabra locura, que en aquel momento me espantaba, y causaba en mí cierto bloqueo que impidió su comprensión y disfrute.
Hace ya mucho tiempo que se, que es un temor muy común. Tanto la locura,como la soledad y otras formas de sufrimiento, son vías muertas en las que no queremos acabar. Pero entre todas ellas, esa me espantaba especialmente por ser para mi, la forma de incomunicación y aislamiento más extrema que existe, que impide hasta el diálogo con uno mismo.
También se que "el loco" podría ser "el confundido" En su mayor grado, entre realidad y ficción, como le pasaba a nuestro amigo D. Quijote.
También que hay locuras buenas y malas.,Muchas buenas como la de D. Quijote, otras en cambio malas, disfrazadas de: egoísmo extremo, ambición desmesurada, posesión e utilización de las personas, celos,etc.
En fin no soy yo experta ni es aquí el sitio para debatir, qué es locura, y qué no. Pero mirando al género humano con piedad y considerando "al loco" como al confundido, si podríamos afirmar que todos estamos un poco o un mucho confundidos o equivocados, que nos hace estar también un poco locos.
Y dándole la vuelta a este razonamiento, solo los se se creen totalmente cuerdos, y con toda la razón de su parte, son los que están realmente más locos.
Creo que ya es el momento de hablar de Harry y de las emociones que me ha suscitado este personaje.
Me ha conmovido su resolución. Harry se resuelve, Harry se salva.
Un tipo abocado al suicidio, que ha ido paulatinamente, desconectándose de los demás, instalándose en un aislamiento físico, llevado por el aborrecimiento de sus congéneres, a los que desprecia por vivir inmersos en los convencionalismos sociales, acomodándose en su único refugio que son: sus lecturas y en su música.
Harry, está equivocado, confundido, pero aún no lo sabe, solo siente el dolor y la desesperación que le causa la concepción tan rígida que tiene de la existencia, donde solo caben dos posibilidades: ser "lobo" o ser "hombre", en un concepto sublime de lo humano. Lo instintivo enfrentado a la espiritualidad, ¡solo esas dos posibilidades!.¡Pobre Harry! Descubriendo después azarosamente, en una trama maravillosa, en el teatro mágico "Solo para locos" la multitud de Harrys que puede ser. Se resquebraja el molde donde había estado agazapado, asustado, confundido, y aparece ante él: una multitud de posibilidades, de puertas por abrir, de puentes que cruzar, de nuevas maneras de ser, de nuevas maneras de disfrutar.
Él mismo se sorprende cuando descubre que le gusta bailar, que disfruta con ello, o que es capaz de enamorarse de una mujer con la que no comparte "inquietudes intelectuales".
Pero Harry no quiere morir, le asusta la navaja esperándole en su casa, por eso retrasa su vuelta entrando en tugurios donde no ha estado nunca, donde se agarra a lo desconocido antes de volver, porque sabe lo que le espera.
Creo que nos gusta tanto Harry, porque su salvación, es la salvación de todos.
Harry ama la vida y desea aprender, y por eso se arriesga a salir de ese escudo de falsa seguridad que lo estaba aniquilando. Harry es valiente, se da oportunidades.
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